miércoles, 12 de noviembre de 2008

Tecnología en el aula, ¿es posible?


La pregunta del título surge a raíz de lo leído en el texto de Begoña Gros “De cómo la tecnología no logra…”
Lo expuesto por Gros (2004) es interesante porque nos presenta la problemática que enfrenta la escuela ante las nuevas tecnologías (TIC) y su implementación. Según la autora, los contenidos curriculares y la metodología educativa no han cambiado sustantivamente en el último siglo. Esto, frente al avance en progresión geométrica de las tecnologías, crea una comunidad educativa que por un lado no logra cambiar la infraestructura escolar para ponerse a tono con las TIC, y por el otro, su conocimiento de las nuevas tecnologías, si lo tiene, es muy pobre.
A pesar que mediante las TIC se pueda plantear nuevos contenidos, o rescatar otros que en su momento eran anacrónicos, en la educación no se presenta una reflexión profunda para encarar el problema informático que se tiene.
Para Gros, ante todo, debería tenerse muy en claro que no es por el hecho del uso de las TIC que se va a llegar al cambio educativo. Las TIC deben usarse no para recrear los contenidos existentes, sino para lograr un cambio en la metodología de enseñanza. ¿A qué apunta esto? A que para ella, con la Web 2.0 se plantea una metodología de distribución del conocimiento (el conocimiento no está en poder solamente de los docentes, sino también lo tienen los alumnos, sobre todo en las nuevas tecnologías) en contraposición con los usos actuales de centralización personal del conocimiento (solo el docente es quien tiene “la verdad”).
Otra reflexión muy interesante a plantearse es cómo brindar una educación acorde con el presente y con las necesidades de los jóvenes, y esto se torna muy difícil cuando la mayoría de los docentes tiene un conocimiento menor en TIC que sus alumnos. ¿Cómo se llega al aprendizaje? Se deben cambiar la manera de hacer nuevas propuestas, en ellas el pasaje del conocimiento ya no debe ser vertical, sino también horizontal. Esto instala una nueva función en los docentes, donde no es el poseedor del conocimiento pleno, sino el creador de medios para que sus alumnos y él lo construyan.
Esta es la nueva sociedad del conocimiento, de la información. Algo muy importante que puntualiza Gros y que todos los docentes tendríamos que tener en cuenta es que las TIC nos permiten compartir nuestras experiencias y elaborar nuevas junto a colegas de cualquier parte del mundo. Así se podría ir acortando la brecha entre docentes y alumnos. Ya que los alumnos siguen aprendiendo el manejo de las TIC en sus hogares con mayor rapidez que la escuela se apropia de ellas. Es en el compartir la información que el abanico se abre y se logra una visión más clara, más precisa y en menor tiempo de las propuestas educativas verdaderamente efectivas para esta era de la información.
Creo que debemos trabajar en el concepto que hasta hace una década (más o menos) la escuela era, como lo fue históricamente, la que acompañaba y a veces producía los cambios evolutivos en las sociedades, y esto ha cambiado. Significa que dejó de tener el liderazgo en la posesión del conocimiento, entonces hay que lograr llegar al cambio que permita revertir este nuevo escenario para que la educación, desde otro plano tenga la posibilidad de brindar las herramientas que los niños y adolescentes necesitan para enfrentarse a este mundo de la información.
Los docentes deben trabajar en este nuevo camino del trabajo y el conocimiento colaborativo para llegar a , primero, dominar las herramientas, para luego desarrollar propuestas para poder llevar al aula.

Gros, Begoña. “De cómo la tecnología no logra integrarse en la escuela a menos que… cambie la escuela”. Barcelona, Jornada Espiral, 2004.

No hay comentarios: