jueves, 13 de noviembre de 2008

Una mirada crítica sobre la web 2.0




Leemos en todos lados loas a las nuevas tecnologías, a su poder de comunicación, al conocimiento que pueden aportar y crear, además de su carácter homologador y unificador de categorías sociales. ¿No sería también conveniente tener una mirada sobre sus puntos oscuros?
Una mirada crítica sobre esta panacea parece más que positivo, ya que no se alzan muchas voces cuestionando estas herramientas. ¿Por qué? En este artículo de Kuklinski encontré algunas respuestas.
Como punto uno, el autor llama la atención sobre el gran negocio de esto que parece tan universal y a la mano de cualquier ser humano. ¿Dónde está el negocio? En la obsolescencia. Rápidamente programas y equipos se vuelven caducos y los usuarios se encuentran cautivos de este cambio sin fin. Como usuarios tenemos que estar atentos para poder diferenciar qué es lo que verdaderamente nos sirve y qué es un producto de la publicidad de mercado.
Pero existe algo alentador. Al pretender que la sociedad consuma determinadas estructuras, el orden establecido se les dio vuelta, ya que la comunidad que las consume reconstruyó esas herramientas de acuerdo al fin que necesitaba, y obligó a cambiar lo producido por otras aplicaciones que la gente pedía. K. llama a esto darwinismo digital: sobreviven aquellas herramientas que el usuario necesita, o las que mejor se adaptan a sus necesidades. Si bien el autor critica el método para obligar a consumir tecnología, presenta un modo de cómo la sociedad revierte este factor negativo.
Otra crítica que hace K. es la que todos conocemos de la brecha informática. Al acelerarse tanto la instalación y el uso de nuevas herramientas, solo se logra ampliar la brecha de conocimiento y la social. En la actualidad, es fundamental el conocimiento del uso de nuevas tecnologías para no convertirse en analfabetos informáticos.
Para Wilhelm (2004) la brecha informática se agranda a medida que la clase social baja, ya que la falta de conocimiento, junto con el bajo poder económico produce que el alejamiento de la sociedad del conocimiento de esas personas sea cada vez mayor. El autor mencionado, dramáticamente, afirma que manejar las computadoras es un factor de supervivencia en la sociedad actual. Y la alfabetización de mayor nivel es aquella que poseen los que no solo manejan las herramientas, sino que también las desarrollan y transforman sus utilidades.
Es muy interesante para reflexionar sobre el optimismo acrítico del mercado, y que se relaciona con el tráfico de ideas e información que se produce en la web. Está como establecido que cuanto más información circula, más fácil es que esta sea fidedigna, sin tener en cuenta que quien más se ve es quien más poder económico tiene, a pesar de las voces a favor de la democratización que dicen que esto no es así gracias a la web 2.0. por la cual todo el mundo puede hacerse oír y puede participar. Sin embargo, las voces contrarias son minorías, y estas se pierden frente al alto poder viable de los grandes grupos informáticos. Cuando se navega en la red, esta tiene dos premisas: su crecimiento sin fin, por el cual se agregan constantemente nuevos nodos y la certeza que entre dos nodos, siempre se elige el que está más conectado y esto, por supuesto tiene que ver con las grandes empresas de contenidos informáticos.
Además, a pesar de la ley de Gilder (la capacidad de comunicación, tanto en individuos como de empresas, se triplica cada 12 meses), Eriksen (2000) dice: “Aunque se cuenta con grande posibilidades de comunicación, se vive, se piensa y se escribe en formato beta, un tipo de pensamiento de corto alcance que dificulta distinguir conocimiento y ruido. Más información con menos rigor es igual a mayor confusión”. Entonces, la percepción que se tiene es como de una gran facilidad para acceder mediante las TIC a un inmenso e infinito conocimiento global; pero la mayor parte de los individuos se pierden y no saben buscar ni evaluar lo que es “una verdad” de lo que es puro palabrerío barato. No tiene el suficiente poder ni criterio para “filtrar” ciertos contenidos.
Para que verdaderamente se dé un sistema libre en la red, tendría que suceder que al encontrarse con esos materiales de sorpresa, cada individuo, debido a la experiencia de compartir otro tipos de materiales con la comunidad, adquiera una mayor capacidad para evaluarlos.
El autor nos pone en guardia respecto de los “charlatanes” (bullshitters) que aparecen en las aplicaciones de escrituras colaborativas, que tienden a que haya mucho “ruido” en la red y contenido poco profundo. La web 2.0. fomenta la aparición de estos individuos dado el amateurismo que se da a la hora de intervenir en la web. Esto trae aparejado que nos preguntemos quiénes están realmente capacitados para escribir en la web 2.0. Y aquí existen dos disyuntivas. ¿Solo los profesionales y entendidos en los temas pueden escribir? ¿Debe de haber alguien que modere el acceso y cambio de los contenidos compartidos?
Para estos interrogantes Weinberger (2007) contesta: “El conocimiento no está en nuestra cabeza, sino entre nosotros. Emerge desde el pensamiento público y social, porque la conversación y el conocimiento social derivado de ella nunca finaliza”.
Se puede dar un buen debate sobre estas críticas y sobre hacia dónde va nuestra docencia respecto de las nuevas TIC y de la colaboración en la web 2.0.




Kuklinski Pardo, Hugo. “Un esbozo de ideas críticas sobre la web 2.0”, en: Cobo Romani, Cristóbal y Hugo Kuklinski Pardo. Planeta Web 2.0. Intelingencia colectiva o medios fase food. Barcelona, Grup de Recerca d’Interaccions Digitats. Universitat de Vic. FLACSO México, 2007.

1 comentario:

Tere(sa) dijo...

Holaaaaaaaaaaa!!
aprovecho un ratito de tiempo para leer algunos post!!!
muy bueno el tuyo, al principio me pareció un poco pesimista pero a medida que me sumergí en la lectura, pude -creo- captar la esencia... ojalá podamos alguna vez capitalizar verdaderamente las posibilidades que la SI nos ofrece -o mas bien, se le escapa- para logra cambiar el orden legitimado

un abrazo
Tere(sa)

Tere